sábado, 16 de febrero de 2013

POZOS DE LA PIEDAD DEL PUERTO DE SANTA MARÍA


La historia del hombre va ligada a la necesidad de control de los recursos principales que nos aporta la naturaleza. Hoy en día el control del agua se establece como clave para el crecimiento de una población y se destinan innumerables recursos económicos al desarrollo de políticas de abastecimiento de agua sostenibles y de calidad.

Siempre fue de una importancia clave pero en una época donde las labores tradicionales de agricultura y ganadería eran la base de la economía de un pueblo aun más. Para garantizar el abastecimiento de agua a las tierras del Puerto de Santa Maria, se construyeron bajo el auspicio de los gobernantes, pozos concejiles que deberían de garantizar el agua a las tierras y el agua al ganado. Eran situados en sitios estratégicos,  en cañadas de paso para el ganado, como el caso de la Cañada del Verdugo, donde se concentra un gran numero de ellos. Hoy en día estos pozos han sido absorbidos por las parcelas adyacentes a las cañadas que se encuentran en desuso. También existían entonces los baldíos comunales como el baldío de Baez, un enclave privilegiado al encontrarse en un cruce de camino entre Rota, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera, también para estos baldíos se construyen pozos como los pozos del duque, cuatro pozos en alta concentración lo que indica el alto numero de ganado al que deberían de abastecer. 


La construcción de estos pozos a lo largo de las redes de cañadas y caminos de El Puerto de Santa María supone un gran esfuerzo por parte del poder político, ya que la obra de un pozo es una obra que requiere de altos recursos económicos. A medida que se iba excavando el pozo es recubierto con sillares de piedra, lo que suponía un coste elevado,  que como hemos podido ver en pozos como el de la vereda del presidio son sillares de tamaño considerable. Además no hay que olvidar que estos pozos necesitan de un mantenimiento para su uso en buenas condiciones, evitando que se colmatasen, se ensuciasen o pudriesen las aguas del abrevadero. El agua de los pozos concejiles era gratuita, y fue así hasta que a raíz de la construcción de las fuentes del acueducto de la Piedad, empiezan a sacarse a subasta pública en arrendamiento para su explotación. La caída de la actividad ganadera en el municipio hace que este arrendamiento deje de ser rentable y vuelven a ser de explotación pública en el año de 1859. Los pliegos de condiciones de la subasta de arrendamiento disponían  los precios a pagar por las reses para evitar abusos y sobre cobros por parte de los arrendatarios.

El acuífero del Puerto de Santa María es uno de los acuíferos costeros de la Bahía de Cádiz. Se trata de una gran extensión de agua de unos 40 km2, en el que el agua se encuentra a una distancia bastante somera entre los 5 y 10m. La abundancia de este recurso hace que los pozos no deban tener grandes dimensiones para garantizar el abastecimiento. Según el estudio del Centro Municipal de Patrimonio Histórico, podemos decir que se trata de pozos de un tamaño medio. En dicho estudio se recoge que  el diámetro medio de los pozos supera a los dos metros destacando como grandes pozos los del Comandante y Pozo Ancho, superando los 4 metros de diámetro.

La profundidad es variable y actualmente la medición de la misma no es exacta ya que en casi
Todos debido al abandono se ha producido un efecto de colmatación importante. Aun así la profundidad varia entre los 4 y 8m.

Los brocales de los pozos concejiles se diferencian de los privados en el ornato de estos últimos. En el caso de los pozos concejiles se trata de brocales eminentemente prácticos, carente de decoración y que se rigen por la funcionalidad. Nos son de gran altura para no dificultar la extracción de agua pero lo suficiente para impedir la caída de personas, animales, y tierras dentro del pozo. En algunos casos para proteger mejor a los pozos de los efectos de la colmatación se cerraban en una estructura en bóveda. Muchos de estos brocales con el tiempo han debido de ser recrecidos como es el caso del de Hato de la Carne, o el del Pozo de la vereda del Presidio, incluso con materiales actuales.

Si hay algo que caracteriza a estos pozos es la existencia de un abrevadero asociado  a ellos.  Estos abrevaderos debían de ser debe ser espacioso, para que los animales puedan entrar y salir con facilidad sin causarse daño ni atropellar las propiedades lindantes. Debe tenerse mucho cuidado de que las aguas sean bien limpias, a fin de que no dañen a los animales, ni saturen la atmósfera con gérmenes y con este objeto deben limpiarse a menudo y evitar que en dichos parajes se arrojen animales, cuerpos, inmundicias u otros objetos que puedan corromper las aguas. Esta limpieza y este mantenimiento estaban regidos por medio de ordenanzas que sancionaban el incumplimiento de los mismos.

En El Puerto de Santa María encontramos ejemplos de casi todos los tipos de pozos con abrevaderos, desde el pozo de las siete pilas, en el que el abrevadero es gran longitud, hasta el pozo de la caridad en el que el abrevadero no es más que una pila a la salida del pozo que carece de brocal.

Hay varias maneras de diseñar y construir pozos excavados a mano. En esta época existían expertos locales con conocimiento y especialización desarrollados mediante años de experiencia. La elección de un método u otro dependía de la dureza de los suelos y de la profundidad del pozo. Hay que tener en cuenta el gran riesgo que conlleva ala excavación de un pozo, la habilidad el conocimiento y la especialización de los trabajadores eran la calve del proceso de construcción.

Lo primero y más importante del proyecto es la elección del sitio. Debía de estar en zona en la que ya se supiera de la existencia de aguas subterráneas de calidad incluso en las épocas de sequías. Para su construcción se elegía o bien ir colocando sillares a medida que se excavaba o bien realizar la excavación completa mediante entablillamiento de las paredes. Una vez que se llegaba al fondo se excavaba en ancho para crear la bolsa de agua.

En cuanto a la cronología de los pozos de El Puerto de Santa María nos referimos de nuevo la estudio sobre el tema realizado por el Centro de Patrimonio del Puerto de Santa María que afirma que la mayoría de los mismos fue construido en el periodo comprendido entre s. XIII y XVI. Lo sitúan en esta fecha debido al auge en la misma de la ganadería portuense contando con el apoyo y la subvención de las autoridades.  Solo existe constancia de la construcción de un pozo con Posterioridad es el pozo del Alamillo, construido como abrevadero de la caballería del ejército.







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